EL TEXTO SE REFIERE A LA LLAMADA “BIBLIA DE BERNABÉ” O “BIBLIA DE BARRABÁS” (LO CUAL SERÍA EN PRINCIPIO UN ERROR, YA QUE NO SE TRATA DE UNA BIBLIA SINO DE UN EVANGELIO). SE TRATA DE UN DOCUMENTO DE MÁS DE 1.500 AÑOS, ENCONTRADA EN LA SALA DE SEGURIDAD DE LA CORTE DE JUSTICIA DE LA CAPITAL TURCA, ANKARA. ¿PODRÍA UNA VERSIÓN APÓCRIFA DE LAS ESCRITURAS DAR LA RAZÓN A LA VERSIÓN ISLÁMICA SOBRE LA HISTORIA DE JESUCRISTO? ALGO QUE PODRÍA HABER SIDO OCULTADO DE FORMA DELIBERADA DESDE EL SIGLO IV.
EL EVANGELIO PERDIDO DE BERNABÉ
Una de las versiones más conocidas fue redactada por un morisco español, con conocimientos básicos tanto del islam como del cristianismo. La finalidad del texto es adaptar la versión del cristianismo a la visión islámica de Jesús. Así, el propio hijo de María reconocería reiteradamente que él no es el mesías. En esa versión tampoco Jesús es crucificado, sino que lo es en su lugar Judas, razón por la cual no hay resurrección.
Durante mucho tiempo se ha conocido sólo una versión en italiano del texto, pero en 1976 se descubrió en la Universidad de Sydney (Australia) una copia parcial del texto, realizada en el siglo XVIII. En dicha versión hay un prefacio según el cual la edición la habría hecho un monje (Fray Marino) que, aprovechando que el Papa Sixto V se había dormido acudió a su biblioteca y habría encontrado el texto, hurtándolo para leerlo.
Según esta historia, el monje, al leerlo, habría decidido convertirse al Islam y difundir el texto.Por tanto, se trata de un evangelio apócrifo que se atribuye a Bernabé apóstol y al que se hace referencia en algunos textos antiguos (el Decreto Gelasiano de libros aprobados y no aprobados (Decretum Galasianum), del siglo VI, que lo cita entre los apócrifos y por la “Lista de los sesenta libros”, obra griega de alrededor del siglo VIII).
El texto al que hacemos referencia, fue decomisado en el año 2000 por los contrabandistas en la provincia sureña turca de Antalya, se trataba de una Biblia de 1500 años de antigüedad, que aparentemente se había olvidado en una sala de seguridad del Palacio de Justicia de Ankara (Turquía).
Tras ser redescubierta, el texto se trasladada al Museo Etnológico Nacional hasta el año 2010, donde permanece a día de hoy.
Este documento fue escrito en el idioma arameo y el alfabeto asirio. Se dice que su valor real, podría ser superior a los 25 millones de dólares, razón por la que permanecido escondida durante una década. El Vaticano solicitó hacer análisis e investigación sobre la Biblia con permiso de las autoridades turcas, dado que esta Biblia conservó su estructura histórica y lleva varias huellas del período al que pertenece.
La policía turca inició una investigación para revelar si la Biblia fue copiada con anterioridad y se sostiene que incluso la fotocopia de esta Biblia se pueda vender a precio de 2 millones de dólares .
LA CONSPIRACIÓN
Según los defensores de esta conspiración; este texto también es conocido y confundido como el evangelio de Bernabé mencionado al inicio del artículo, aunque no fue escrito por el apóstol, sino que fue escrito posteriormente por sus supuestos seguidores usando la tradición oral. Inicialmente se consideraba un texto perdido, en el que se menciona a Pablo como un traidor.
Este texto, que para muchos está estremeciendo al Vaticano, es un texto Apócrifo, uno de tantos de los rechazados en el polémico concilio de Nicea (donde se desecharon todos los evangelios existentes hasta el momento, menos los cuatro que posteriormente fueron llamados Canónicos). El propio Papa Benedicto XVI pidió a las autoridades turcas una copia del texto para que fuera analizada por los especialistas del Vaticano. Siendo considerado por algunos analistas, una señal de crisis y de la decadencia de la propia Iglesia Católica, en la extraña época en la que existen dos Papas, de manera concurrente por primera vez en la historia. Recordemos que el primer Concilio ecuménico se celebró en el año 325 en Nicea, ciudad de Asia Menor, en el territorio de la actual Turquía, y de la que recibe el nombre por el que es conocido, Concilio de Nicea I.
Fue convocado por el emperador romano Constantino I el Grande (que no era cristiano y no lo fue hasta su lecho de muerto, donde supuestamente solicitó la conversión), por consejo del obispo Osio de Córdoba.
Actualmente existen más de 5000 Iglesias de base cristiana, la Católica al ser la más extendida, pero no la única y a diferencia de otras, que han solicitado asimilar este posible texto gnóstico, que tiene en total 52 páginas, con párrafos tan sugerentes como pasajes que hablan del arrebatamiento de Cristo, previo a la captura y a la crucifixión (dicha captura sería realizada por una masa enfurecida de judíos y no por el ejército romano, tal como indica la tradición católica).
Aunque posteriormente su sustituto fuera entregado a los romanos, para ser ajusticiado. A diferencia de la tradición canónica, diferentes confesiones cristianas se afanan en recuperar los textos apócrifos para recuperar paulatinamente todos los textos deliberadamente distraídos durante la historia (como el famoso Evangelio de Judas) y que al igual que en la tradición gnóstica, o la propia tradición islámica, se dice que Cristo no fue crucificado, sino que fue salvado por los ángeles y Judas, tomó su lugar.
Por tanto Cristo no resucitó, sino que volvería en los últimos días como Profeta de Dios, para juzgar a vivos y muertos.
En este texto no hay referencias al famoso pasaje sobre la resurrección al tercer día, y significativamente reconoce a Jesús como Profeta, y a Judas, como alguien tan similar a Jesús físicamente y tan unido a él, que fue confundido por la propia Virgen María, como su propio hijo tras morir en la Cruz.
De esta forma, Judas sería el único discípulo que realmente conocía el plan secreto de Jesús, y lo llevó a la práctica, con abnegación y como un mártir hasta las últimas consecuencias.
De tal forma que la figura más castigada por el cristianismo, según este texto apócrifo, se convertiría en el mejor de entre los discípulos del Maestro.
Podría existir una confusión entre el término “tercer cielo” y “tercer día”, entre la referencia a la nueva venida. Donde Bernabé y otros si habrían entendido el cambio entre ambos y venerarían la muerte, como la del mismo Cristo sacrificado, como parte del plan original.
Una vez más y según este controvertido texto, los arcángeles Miguel, Uriel y Rafael, volvieron a traer a Jesús a sus discípulos y familiares, donde se manifestó ante la Virgen, Lázaro, María Magdalena y otros, y les informó de que realmente estaba vivo y de que siempre lo estuvo.