Ramiro de Maeztu y Whitney (Vitoria, 4 de mayo de 1874-Aravaca, 29 de octubre de 1936) fue un ensayista, novelista, poeta, crítico literario y teórico político español.
Afecto en su juventud a una cosmovisión nietzscheana y darwinista social, perteneció a la generación del 98. Enviado en 1905 como corresponsal al Reino Unido, allí flirteó ideológicamente en primera instancia con la Sociedad Fabiana, para después, hacia 1912, aproximarse a grupos distributistas y al socialismo corporativo. Maeztu, que terminó migrando a posiciones reaccionarias y que estuvo destinado durante la dictadura de Primo de Rivera en Argentina como embajador, fue un impulsor del concepto de «hispanidad», referente para toda una escuela de pensamiento reaccionario en España.3 Militarista convencido a lo largo de su trayectoria, destacó durante la Segunda República como la principal figura de la sociedad cultural y de la revista Acción Española, de cuño contrarrevolucionario y monárquico, que llegó a dirigir. Fue diputado por Guipúzcoa durante la segunda legislatura de las Cortes republicanas, electo en las elecciones de 1933.
Tras el inicio de la guerra civil española fue detenido, internado en la cárcel de Ventas y, objetivo de una de las sacas realizadas por agentes del Comité Provincial de Investigación Pública (CPIP) en otoño de 1936, fue asesinado en el cementerio de Aravaca.
Ramiro de Maeztu nació el 4 de mayo de 1874 en Vitoria. Fue hijo de Manuel Maeztu y Rodríguez, un hacendado e ingeniero cubano de ascendencia navarra nacido en Cienfuegos, hijo del último intendente general siendo la isla de Cuba aún territorio español, y de la británica Juana Whitney, nacida en Niza. Sus padres se conocieron en París, cuando su madre tenía dieciséis años, y se trasladaron a vivir a Vitoria. De la pareja nacieron cinco hijos: Ramiro, Ángela, Miguel, la pedagoga María de Maeztu y el pintor Gustavo de Maeztu.
La muerte del padre en Cuba en 1894 tras la ruina de los negocios agrícolas familiares en Cienfuegos dejó a Juana Whitney y sus hijos en situación económica precaria. Tras trabajar unos meses en París, Maeztu se traslada en 1891 a Cuba para ayudar a su padre a remontar los negocios, cosa que no consiguen. En 1892 Maeztu se embarca en Cienfuegos dirección a La Habana. Aquella sería la última vez que, teniendo dieciocho años, vería a su padre. En La Habana sobrevivió ejerciendo todo tipo de empleos, entre ellos lector en una fábrica de tabacos en la que leía a los obreros obras de autores como Ibsen, Kropotkin, Marx o Galdós. En 1893 puede ir unos días a Nueva York a visitar a un pariente y queda prendado de la sociedad estadounidense. A mediados de 1894, tras la muerte de su padre en la localidad de Santa Clara, su madre le pide que regrese a España. La familia tuvo que trasladarse a Bilbao, ciudad en la que Juana montó la Academia Anglo-Francesa (luego Academia Maeztu), donde Juana impartía inglés y Ángela francés.
Ramiro pasó parte de su juventud en París y en La Habana dedicado a oficios diversos y se inició en el periodismo. Autodidacta y de ideas combativas, se trasladó a Madrid en 1897, un hecho decisivo en su vida literaria, ya que inició entonces una colaboración importante con distintos periódicos y revistas, como Germinal, El País (editado de 1887 a 1921), Vida Nueva, La España Moderna o El Socialista, entre otros, con una orientación socialista reformista. Empleó por esta época el seudónimo «Rotuney».6nota 2 En esos años también da inicio a su amistad con regeneracionistas e intelectuales, especialmente con Azorín y Baroja, con quienes formó el grupo conocido bajo el nombre de «Grupo de los Tres», y fue un exponente destacado de la llamada generación del 98. En sus colaboraciones de prensa —una pequeña parte de las cuales recogió en su primer libro: Hacia otra España— examina las causas de la decadencia española, hace una crítica muy dura de la vida nacional y propone una renovación de estilo europeísta.
Etapa madura
Entre 1905 y 1919 residió en Bayswater, Londres, donde trabajó como corresponsal para La Correspondencia de España, Nuevo Mundo y Heraldo de Madrid. Viajó por Francia y Alemania, y fue corresponsal de guerra durante la Primera Guerra Mundial en Italia entre 1914 y 1915. Este periodo representa su fase liberal y de admiración a las instituciones británicas, ocupando su atención en numerosas disciplinas (filosofía, política o literatura) cuya actualidad acercaba al público español. Publica en inglés Authority, liberty and function in the light of the war (1916) —aparecido cuatro años después en español como La crisis del humanismo—, donde somete a examen los conceptos de autoridad y libertad en la sociedad moderna. El 14 de diciembre de 1916 contrajo matrimonio en Londres con la inglesa Alice Mabel Hill, con la que tuvo a su único hijo, Juan Manuel de Maeztu y Hill, nacido en 1918.
Militarista convencido, tras su regreso a España, en 1919, comienza su desconfianza en la democracia liberal y va cuajando su evolución hacia el tradicionalismo de signo católico, que se consumará durante la dictadura de Primo de Rivera. A comienzos de 1927 ingresó en la Unión Patriótica. Durante un breve periodo de tiempo fue miembro de la Asamblea Nacional Consultiva instaurada por la dictadura, entre 1927 y enero de 1928. En diciembre de 1927 fue nombrado embajador extraordinario y plenipotenciario en Argentina, ejerciendo el cargo entre febrero de 1928 y febrero de 1930. Allí tuvo ocasión de tratar con el nacionalista Leopoldo Lugones y con el jesuita Zacarías de Vizcarra, introductor este último en 1926 de la idea de la «hispanidad» (que propuso como sustituto del espurio término raza); una idea que Maeztu asumió como propia y después abanderó. En esos años mantiene su concepto de decadencia, esencial en la actitud intelectual de los hombres del 98, e intensifica su defensa de los valores católicos y de las tradiciones hispánicas.