Erasmus Darwin fue un estudioso del siglo XIX sobre el lenguaje humano, médico, naturalista, fisiólogo, filósofo británico, que escribió profusamente sobre temas de medicina, de botánica, además de libros de poesía.
Erasmus Darwin, fue uno de los miembros fundadores de la Sociedad Lunar, un grupo de discusión de industriales y filósofos de la naturaleza. Masón que difundió las ideas antirreligiosas en Inglaterra. Abuelo paterno de Charles Darwin, fue uno de los defensores pioneros del evolucionismo.
Sus Logros
Lingüística
En su obra «El Templo de la Naturaleza» intentó explicar el origen de la sociedad humana, así como el del lenguaje. Este trabajo incluye el primer ejemplo registrado de un estudio fonético instrumental en un hablante. Para determinar el lugar de articulación de las vocales, se introdujo cilindros en la boca y así determinar en qué parte de la boca se formaba cada vocal. Propuso 13 rasgos que diferenciaban todos los sonidos humanos.
Ciencias naturales
El trabajo científico más importante de Erasmus Darwin es Zoonomia (1794), que contiene un sistema de patología y un tratado sobre la «generación» en el que enuncia la existencia de un antepasado común a toda la vida. Adelantándose a las posturas transformista de Jean-Baptiste Lamarck, e incluso a la postura evolucionistas de su nieto. Darwin experimentó con el uso de aire y gases para calmar infecciones y cáncer. Más tarde enfocó sus hallazgos a la investigación sobre la formación de las nubes. Los experimentos de Darwin en galvanismo fueron una importante fuente de inspiración para la novela de Frankenstein, de Mary Shelley.
Poesía
La poesía de Erasmus Darwin fue elogiada por Coleridge y Wordsworth. En ella Darwin reflejaba sus intereses científicos y, de hecho, su obra más célebre lleva por título The Botanic Garden (El jardín botánico).
Cita sobre sus Viajes por el Imperio Español
«En mis viajes por el inabarcable imperio español he quedado admirado de como los españoles tratan a los indios, como a semejantes, incluso formando familias mestizas y creando para ellas hospitales y universidades, he conocido alcaldes y obispos indígenas y hasta militares, lo que redunda en la paz social, bienestar y felicidad general que ya quisiéramos para nosotros en los territorios que con tanto esfuerzo, les vamos arrebatando.
Parece que las nieblas londinenses nos nublan el corazón y el entendimiento, mientras que la claridad de la soleada España le hace ver y oír mejor a Dios. Sus señorías deberían considerar la política de despoblación y exterminio ya que a todas luces la fe y la inteligencia española están construyendo, no como nosotros un imperio de muerte, sino una sociedad civilizada que finalmente que finalmente terminará por imponerse como por mandato divino.
España es la sabia Grecia, la imperial Roma, Inglaterra el corsario turco.»
Fuente: The Collected Letters of Erasmus Darwin