Haciendo referencia a lo que relatan tanto la leyenda como el Romancero, Florinda la Cava era una joven mujer de gran belleza que fue enviada por su padre, conde de la ciudad de Ceuta (por entonces llamada Septem), a la corte visigoda, en Toledo, con el fin de recibir una buena educación. Por tanto, Florinda, apodada más tarde la Cava por los árabes fue una noble ceutí del siglo VIII, hija del conde Don Julián. Su vida queda reflejada en la leyenda que refleja la completa destrucción del reino visigodo de Toledo y la posterior ocupación musulmana del resto de la Península Ibérica.
Por aquel entonces, cabe recordar que la España visigoda estaba reinada por Rodrigo, último rey visigodo, quien tenía fama de ser un rey mujeriego. En la corte, Florinda conoció a Rodrigo, quien al instante se enamoró de su belleza y comenzó a cortejarla.
Florinda será conocida como la Cava, que en árabe significa prostituta fina.
«La Cava, llamada así por los árabes y cuyo significado puede variar «mala mujer o prostituta fina», había salido con sus doncellas por los jardines de su residencia y decidió darse un baño sin percatarse de que don Rodrigo la contemplaba. La visión de la bella joven «abrasóle» al monarca que, obsesionado con la muchacha, acabaría por forzarla. «Florinda perdió su flor, el rey padeció castigo», señala el Romancero Español que achaca a este ultraje el posterior desastre en la batalla de Guadalete y el fin del reino visigodo: «De la pérdida de España / fue aquí funesto principio».»
««Ella dice que hubo fuerza; él, que gusto compartido», señala el Romancero sin aclarar si hubo o no violación, algo que sí se señala en otras crónicas, como en «La verdadera historia del rey Don Rodrigo» (1589), de Miguel de Luna. Otras versiones señalan, en cambio, que fue la joven quien sedujo a Don Rodrigo y que éste logró «yacer con ella» bajo promesa de matrimonio, pero no cumplió lo prometido.»
Sea como fuere, Florinda, lejos de querer estar junto al rey, le rechazó. El rey enfurecido y lleno de rabia secuestró a Florinda y la forzó a cometer relaciones sexuales. Florinda dio cuenta de todo lo ocurrido a su padre, quien decidió vengarse de Rodrigo. Don Julián se reunió con los musulmanes («en Ceuta está don Julián, en Ceuta la bien nombrada, que por las calles de allende, viene a traer la embajada) facilitándoles las necesarias embarcaciones para acceder a la Península Ibérica a través de Ceuta. Este conjunto de «amores, odios y venganzas» fue el origen legendario de la ocupación musulmana de la Península Ibérica. Las tropas de Táriq ibn Ziyad, el general musulmán de Muza, en el verano de 711 vencieron a las huestes de Don Rodrigo en la Batalla de Guadalete.
Roderico o Rodrigo (688-711) nombrado en numerosas fuentes clásicas como Don Rodrigo fue rey visigodo entre los años 710 y 711. Llegó al trono de forma violenta, lo que produjo la secesión de parte del reino. Fue derrotado por los musulmanes en la batalla de Guadalete, debido a una traición entre oponentes visigodos del propio rey.
Otra versión es que por aquella época, el rey visigodo Don Rodrigo padecía sarna y era Florinda la elegida para que le limpiara la sarna con un delicado alfiler de oro. Así se fue fijando el rey Don Rodrigo en ella, queriéndola poseer, pero no en matrimonio. Con el tiempo y guiado por la lascivia, forzó a la joven. Ella, tras la consumación del acto, envía a su padre una serie de regalos entre los que pone un huevo podrido. Don Julián, recibiéndolo, comprendió lo que había pasado. Fue a Toledo a reclamar a su hija, aunque para no levantar sospecha, dice que debía llevarse a Florinda con él, ya que su mujer estaba terriblemente enferma y solo la visión de su hija podía hacer que recobrase algo la salud. Don Rodrigo no desconfía y entrega la chica a su padre. Don Julián regresó a Ceuta y más ofendido que nunca, entabla conversaciones con Musa ibn Nusair, para desembarcar en la Península Ibérica para destronar a Rodrigo.
Otras leyendas y fantasmas…
Hay fuentes que afirman que murió en batalla contra Tariq, otras que moriría ahogado en el río Guadalete. No obstante, su cuerpo nunca fue hallado, lo que originó múltiples leyendas. Otros afirman que escapó a Portugal y allí se convirtió en ermitaño (hoy en día yacería en Viseo. La Primera Crónica de Alfonso X recoge que una lápida encontrada en el dicho lugar nombra a Rodrigo como el último rey Godo «Rudericus ultimus rex gothorum». Sin embargo, y dejando todo esto a un lado,el final más legendario se encuentra en el Romancero. Éste narra que finalizó sus días sepultado, aún estando vivo, junto a una serpiente que poco a poco le iba torturando hasta devorarle el corazón. «Ya me come, ya me come, por do más pecado había, en derecho al corazón, fuente de mi gran desdicha».
Por lo que respecta a Don Julián, todas, o casi todas las leyendas afirman que murió a manos de los musulmanes, los cuales desconfiaban de un traidor. Pero, ¿Qué sucedió con Florinda? Una leyenda narra que falleció «loca de dolor y de vergüenza» o ahogada próximo a dicho torreón, en el río Tajo, en el mismo lugar donde Don Rodrigo la contemplara desnuda.
No obstante, en Pedroche se cuenta de boca en boca que, después de la derrota en Guadalete, la hermosa Cava se escondió en un castillo de esa localidad del municipio cordobés. Allí lloró junto a un pozo la pérdida del hijo que tuvo con Don Rodrigo, el cual falleció degollado por los invasores musulmanes.
Según la leyenda: encaramada sobre el brocal retorcido de la fuente que hoy lleva su nombre, maldijo su propio destino, arrojándose desesperada a sus aguas»
Otras leyendas apuntan a 229 kilómetros de este pueblo de la localidad cordobesa, en Torrejón el Rubio (Cáceres) hay presencia de una calle con el nombre de La Cava y existe un paraje llamado Huerto de la Cava, donde se afirma que se levantaba un torreón que fue propiedad del conde Don Julián, y donde se habría escondido Florinda tras ser deshonrada. La leyenda cuenta cómo allí se encuentra el fantasma del hijo de la Cava, el cuál acaba con todos los niños que pasan por allí de noche, con el objetivo de crear un ejército de niños que vengue su muerte y reconquiste el reino de sus mayores.